jueves, 26 de marzo de 2015

La Cueva de El Soplao

Sala de los fantasmas

La cueva de “El Soplao” se encuentra en la Sierra del Arnero, que pertenece a la conocida como Sierra del Escudo de Cabuérniga y sus múltiples galerías y cavidades se dispersan por el subsuelo de tres municipios: Herrerías, Rionansa y Valdáliga. El acceso a la entrada actual se lleva a cabo habitualmente por el desvío  que desde la CA 181 cruza la localidad de Rábago.

Su interés principal es geológico, y esa es la razón por lo que es conocida, ya que dentro de la cavidad encontramos un verdadero capricho de la naturaleza, compuesto de espeleotermas impresionantes: superficies tapizadas de aragonitos, falso techo, estalactitas, estalagmitas, perlas de las cavernas, etc. Y las formaciones que la convierten en una cavidad única por su abundancia y diversidad, las helícitas, también conocidas como estalactitas excéntricas (antigravitacionales), y draperies (sábanas o banderas traslúcidas colgando del techo).

Su formación data del Mesozoico, concretamente del período Cretácico, hace 240 millones de años, y fue descubierta a principios del siglo XX, de manera accidental, debido a las perforaciones para la extracción de minerales en la explotación de las minas de blenda y galena de La Florida. Lo restos de este excepcional patrimonio de arqueología minero con más de 20 kilómetros de galerías, planos inclinados y construcciones auxiliares, fuera y dentro de la cueva, se han convertido en un atractivo más, y en una alternativa de ocio mediante la propuesta de una visita muy especial. .

El nombre dado a la cueva viene precisamente de los mineros, pues ellos llaman “soplaos” a las cavidades kársticas que cortaban en sus trabajos y que creaban fuertes corrientes de aire.

Entre las galerías visitables están la de los fantasmas, la gorda, la del falso suelo, la del campamento, la de la coliflor, la del bosque, la génesis, etc.

La cueva se encuentra abierta al público desde el 1 de julio de 2005, con dos tipos de visitas (una turística normal, y otra de turismo-aventura), en las que se recorren 4 de los 20 kilómetros de galerías, y cuyos alrededores cuentan con parking, restaurante y tienda.
Desde 2019 se ofrece una alternativa más para la visita de alguna de las galerías de la antigua mina, donde se ha instalado una vía ferrata que convierte la visita en una auténtica experiencia. Eso sí... por las condiciones del trayecto no es apta para todos los públicos. 

En sus inmediaciones podemos ver también el antiguo poblado minero de La Florida, hoy prácticamente destruido, únicamente con restos de alguna pared y cimientos, que llegó a contar con capilla-escuela, lavadero, polvorín, viviendas, cuadras, etc. Dicho poblado fue construido junto a una de las explotaciones mineras de esta mina, la más antigua, y que otorga el nombre a la explotación minera.

También encontramos un Yacimiento Paleontológico de ámbar (resina fosilizada de plantas extintas), descubierto en julio de 2008, cuyo interés cultural reside en los fósiles de insectos, arácnidos y otros artóprodos atrapados en ámbar en época cretácica, que han hecho que se descubran nuevas especies como el Tethysthrips hispanicus, Cantabroraphidia marcanoi, y el Hallucinochrysa diogenesi. De momento no es posible visitarla debido a que siguen las investigaciones y excavaciones en la zona.


Para cualquiera de las visitas a El Soplao conviene obtener información previa en el 902 82 02 82 o a través de la web EL SOPLAO , ya que el número de visitantes a veces se ve colapsado. 
En cualquier caso, con las vistas que hay desde allí, ya merece la pena llegar hasta sus puertas. 






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